martes, 2 de septiembre de 2008

Estamos en el mundo... pero no somos del Mundo


El reloj marcaba un poco mas de las 4 de la madrugada, ya habían transcurrido 7 horas desde el inicio de la velada, la música había llenado el lugar, algunos lloraban, otros reían, algunos cantaban, otros estaban en silencio; se respiraba una atmósfera propicia para que el predicador de turno trajera un mensaje divino para impulsar la fe de los 2000 jóvenes reunidos en esa vigilia. El lugar, un gimnasio preparado especialmente para la ocasión. Entre la multitud, anónimo, con una fe que no alcanzaba para levantar la pata de una hormiga, con un corazón expectante me encontraba yo, un adolescente anonimo, sentado en las gradas esperando recibir un impulso, un toque divino, un milagro, algo de Dios, estaba atento al mensajero que entraba después de la presentación. De pronto apareció en escena el predicador, no se su nombre pero recuerdo su rostro, no recuerdo con exactitud todas sus palabras, pero estas entraban en mi alma como cuchillos afilados, que hacían bombear la sangre de mi corazón como una carrera de formula 1, el mensaje basado en Romanos 12:2, era el llamado de Dios a mirar las cosas celestiales como meta, a no conformarse con las cosas del mundo.
Mis ojos quedaron fijos a la plataforma, mis oídos estaban conectados al mismo trono del Señor...
Todas las palabras eran un reflejo de mi actuar hasta ese momento, mi falta de entrega, sin identidad, con un pie dentro de la casa de Dios y el otro queriéndo huir lejos tras las luces de este mundo, mis brazos que se alzaban por rutina sin vida de Dios, mi oración religiosa que no alcanzaba ni siquiera para decir amen, ese era yo. un hijo de padres pentecostales, un hijo de la romesa, un principito con cara de mendigo, un nieto de Dios, porque los hijos de Dios eran mis padres... todo lo que el mensajero dijo esa noche impactó mi vida.

Al concluir el mensaje del predicador de aquella madrugada, yo estaba arrodillado en el piso con mi brazos levantados y con mi rostro al cielo mirando por fe al trono del Señor.

Entendí esa noche por la gracia del Señor que no debo conformarme a lo que este mundo ofrece, a los gusanos de miseria, pecado, maldad, error, que atrapan a la juventud. Entendí que hay muchos que se conforman a vivir mundanamente. Y entendí esa noche que yo era llamado a ser hijo de Dios, que mi ciudadanía está en los cielos de donde vendrá el Señor a buscar a todos los que en él confian.


No te conformes a este siglo, cambia tu manera de pensar y cambiara tu manera de vivir (Rom. 12:2)

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:30-31).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cristianeitor:
Metanoia(μετανοια), que significa cambio de mente o transformar la mente.
La encontramos en nuestras Biblia traducida como arrepentimiento y es como tu lo dices, para pasar de pollo a águila no se requiere una metamorfosis sino este metanoia.
Es muy interesante lo que expones porque no se basa sólo de una plática positivista ni de un comentario de motivación personal. Sino que es lo que todo creyente debería alcanzar.
La conversión, renovación, arrepentimiento es un mensaje predicado desde Juan el bautista hasta Pablo. Y se entiende que es más que el día en que lloramos nuestros pecados. Sin duda es un proceso extraordinario y parte allí, en nuestra manera de pensar y esto es otra de las cosas que hace Dios en nosotros a través de Su Gracia.
Cristianeitor Un abrazo!!
Gracias por la reflexión
DTB

Fernando Falcon M. dijo...

Hermano Enrique, gracias por ENRIQUEcer este blog.

Algo adicional...
Efectivamente el proceso de transformación (metamorfooo = cambio de forma) que opera por la gracia de Dios en el creyente, manifestado en el arrepentimiento (metanoeo = nuevo destino), esto es, pasar de un destino de perdición a un camino de salvación, es el comienzo del asunto. Después, al transitar este camino, muchos quedan o quedamoos pegados al pasado, a la tierra, "escarbando raíces y gusanos" en nuestra vida... de ahí el llamado de la palabra de Dios a que con la ayuda del Espíritu Santo, seamos capaces de comprender la voluntad de Dios agradale y perfecta, esto se produce por un cambio en el pensar que en griego es "Metanoia".

FabiPoettita dijo...

Es cierto. somos Hijos no Nietos d DIOS. Y es verdad q no podemos mostrarnos conformes con este siglo, pq aunque estamos en el mundo NO somos de él.
Nuestros nombres fueron esculpidos hace mucho tiempo en el libro de la vida; nuestra vida de lleno le pertenece a ÉL...

Y para ÉL deseo VIVIR...!

Un abrazo.

DIOS le Bendiga grandemente y en todo...

Fabi

FabiPoettita dijo...

Es cierto. No somos nieots sino Hijos del Alt�simo.
�Tremendo honor!

No podemos influenciar nuestras vidas de las corrientes que se vierten en este mundo; tenemos un solo manantiald e vida ya m� me basta para no depender de otras muchas aguas...

Nos ha de bastar Su gracia. Estamos en el mundo, ams no pertenecemos a �l.
Somos Linaje escogido; puebloq exalta Su NOmbre. Am�n.

�Qu� bueno es reconocerlo! As� no avergonzarnos de ser la Luz del mundo...

BeSiTos. Que dios le Guarde y le Bendiga en todo lo q emprenda.
Como j�venes le estaremos apoyando...

BeNDIciOnes......!

FAbiPoeta

Anónimo dijo...

ola feña..
soy antonio, primo de tu esposa.

pasaba a saludarte y decirte lo bueno que haces con tu blog. yo tengo y espero que te guste y sirva. espero que me agreges a los link.

cuidate mucho


que el buen Dios te guarde y bendiga

Anónimo dijo...

ola hno fernando falcon.
somos la juventud de la 1º iglesia de san Bernardo. Queremos que este al tanto de nuestro nuevo blog y que si estima bien, agregarnos a sus link.

que el señor le bendiga.


jpsb

Unknown dijo...

Muy interesante su blog, pero agradecería que firmase con sus dos apellidos a fin de evitar enojosas confusiones, ya que mi trayectoria académica universitaria se ve comprometida por el hecho de que me han confundido con Ud. y mis ideas no son precisamente las suyas.
Mucho estimaría la receptividad que tuviese mi solicitud y le deseo éxitos en el camino emprendido
Atentamente
Fernando Falcón Veloz
Universidad Central de Venezuela